Tirana, Soledad

 Saludos, les dejo un pequeño poema.

Tirana soledad

Cuando un sueño se pierde,

la oscuridad aparece,

se desvanecen las ilusiones y

la tristeza te acompaña cada instante.

Tu corazón cae al abismo oscuro de pesadillas,

tu dolor es constante.

Al final,

si no antes,

tu consiente se pierde en el remolino del caos,

profunda oscuridad se adueña de tu alma, 

saliendo de ti las más profundas sombras de dudas,

tristezas,

desesperanzas,

temores,

el dolor te usurpa de la realidad

aniquilando tu contacto con  ella,

y así la tirana Soledad te absorbe lentamente……

I Demencia

Oigo al Caos a lo lejos,

susurran en mi oído los gritos de agonía, 

en mi alma acallados,

aquellos oscuros sentimientos

en mi guardados,

aquietados por mi cordura.

Se desata de las cadenas mi locura,

para esparcirse como un virus,

en la substancia de mi alma.

La demencia de mi mente se desata,

perdiendo la cordura,

tan finita y medida,

mi entendimiento se confunde

en los mares,

infinitos y eternos del vacío torrencial

inmenso del océano, 

se libera la tormenta,

se desata el terremoto

en el corazón confuso.

Mi corazón palpita de ansiedad,

al entrar al torrente de la soledad,

 mi oído solo escucha los gritos de agonía,

confunde mis pensamientos,

oscureciendo mi visión,

negando mi respiración,

dejando de sentir en mi piel

la calidez del sol….

II Silencio

El grito de mi corazón en

un instante me ahoga

entre mares profundos

llevándome al abismo,

ha corrientes torrenciales

que arrastran mi alma entre laberintos,

confusos,

mi inconsciente se hunde en la oscuridad,

el silencio gobierna mis oidos,

la soledad se apodera de mi alma,

mi corazón,

mi ser…..

Mi cuerpo ligero se va desvaneciendo,

desintegrándose partícula a partícula,

no hay ecos,

mi grito se  ahoga,

mi ligereza,

como pluma, 

mi voz se pierde,

ya no hay futuro,

ni presente en esta esencia,

pierdo el sentido de mi existir,

ya no soy yo,

ya soy parte de esa oscuridad,

ese pequeño,

minúsculo átomo de mi es lo que queda,

esencia,

recuerdos,

 sentimientos,

son  ese pequeño neutrón,

en el vacío se pierde.

Esto no es la muerte,

solo un cambio más,

ese dolor se desvanece,

ya no hay más que sentir,

el silencio es el tirano,

ya no hay más futuro,

ni presente……

III Oscuridad

Sé que esta oscuridad absorbe

paulatinamente mi alma,

no hay apuro a esto,

solo disfruto lentamente estas sombras grises,

que llevan mi esencia hacia lugares

recónditos, 

entre islas, 

ruinas, 

reinos lejanos, 

hay secretos en esta oscuridad

que se niegan a mis ojos.

No puedo dejar que la oscuridad me jale

hacia  esas ruinas, 

donde las tinieblas se adueñan más de mí, 

esas tres sombras solo muestran su silueta, 

estatuas de mármol divagan entre mi mente, 

sombrías son aquellas colinas, 

aquellos viejos castillos,

donde las ilusiones se pierden, 

los colores carecen de sentido para los ojos, 

que ya no ven  más allá de esta penumbra.

Cierro los ojos, 

solo queda ya aquel sentir,

Pensamiento que vaga en estas paredes,

las islas, 

parecen ya carentes de sentido,

mis oídos solo escuchan susurros,

de ideas, 

de voces, 

que la esquizofrenia me dejaría entender, 

no pienso en nada,

más que ese olor a sequedad que llega

con deleite a este corazón sombrío….

Aquella muralla se fragmenta como este corazón, 

que llega a desvanecerse

entre la soledad.  

  Esta penitencia

paulatinamente se lleva mi esencia,

solo hay una cura…………….

IV Vacío

Calla dolor, 

aúllan aquellos perros;

el sufrimiento inunda todo mi ser

caminos que siguen mis pies, 

vagando mi mente en el pasado, 

mi cuerpo sigue hacia adelante.

Encontraras hermosos parajes,

grandes desiertos, 

desolados, 

en silencio,

corazón el camino sigue, 

no puedes esperarte, 

el tirano, 

te exige y los recuerdos vienen a ti,

la oscuridad te llama.

El infierno es vivir entre los recuerdos

vacíos de emociones encontrados,

ilusiones que no bastan, 

no satisfacen mi alma, 

inverosímil es esta actitud

de pasividad que gobierna mi corazón,

es un espejismo indeciso que le gana

a mis sentidos.

Silencio, 

tirano que rige mi ser,

corazón déjalo, 

llévame hacia el fondo,

deléitame con un nuevo amor,

que se lleve  la oscuridad,

aleja al tirano

…..sombras

que se dejan, 

aparecen, 

resurgen

de nuevo en mi alma.

El abismó torrencial me lleva,

se va hacia ti, 

lamentarse no

para este dolor, 

atraviesa como daga, 

no hay más claridad, 

solo un instante donde este frio, 

congela mi corazón, 

me deja insensible,

ya no hay más dolor.

Vacío que gobierna en ese instante,

en mis ojos ese torbellino de emociones,

envuelve todo mi ser……

V Confusión

Verdugo, 

que atormenta mis días,

que lleva la tristeza a mi alma,

temiendo que nunca saldré de ella

mi corazón se hunde en la melancolía.

En el vacío de la profunda tristeza,

donde todo amor no existe

y la lejanía se lleva todo sentimiento,

inunda mi alma de dolor y miedo.

Desnuda mi esencia, 

llena de confusión,

llena de soledad, 

delirio que inunda

toda existencia,   

muestra mi alma,

abate todo deseo e ilusiones.

Existencia mundana, 

sin sueños e ilusiones, 

destellos que solo se esfuman con cada latido,

termina todo tirano, 

que en mí alma se desvanece la esperanza.

Al final la materia se pierde,

se desfragmenta, 

la mente se confunde en torbellinos, 

los anhelos abandonan mi corazón, 

llevándome  a la desesperanza.

Se congela mi corazón, 

no hay sentimiento,

todo se pierde, 

en los instantes de la existencia, 

como los propios deseos

de la presencia de un ser…

Mi ser se corrompe en la oscuridad,

llega a la caída de mi alma,

abandona toda fe, 

las alas se desvanecen,

ya no hay más….

Ni fragmentos de mí, 

se pierden,

en el profundo vacío, 

no calla la soledad, 

el miedo se atraviesa

en el corazón.

Oculto todo deseo, 

el corazón termina en el vacío, 

mi ser se desvanece, 

mi mente se turba,

todo es nada.

Yo me vuelvo nada en el vacío profundo,

mi existencia termina, 

mi corazón se envuelve en la oscuridad.

Esconderse entre las sombras,

sin mostrar los rostros de una existencia.

 Todo se pierde, 

se desvanece…. 

ya…….

VI Duda

¡oh! dulce y tirana es la soledad

que me inunda, 

me lleva sin permiso,

me arrebata de tu piel, 

de tu luz.

No hay más en esta oscuridad,

que solo fragmentos de recuerdos

pasados, 

ahora llenos de  dudas

y miedos.

Dudas que vagan con solo pensar

en la indecisión de un alma vacía,

llena de dolor y decepción,

 olvido y desesperación.

Si de  él olvido de momentos felices

y alegres, 

ya no quedan  más, 

solo los trozos oscuros y sombríos, 

fríos,

helados de roca dura.

Sin emoción alguna, 

sin deseo alguno

de pasión y locura, 

las tinieblas absorben

toda luz del corazón, 

de la misma esencia.

Se queda en esas tinieblas llenas

de soledad, 

nostalgia de la pequeña fracción

de esperanza que se lleva toda luz a traves

del desaliento y la desesperanza.

Se siente el frio,   

el murmullo que recorre

desolados pedazos 

que se van volviendo nada, 

se llevan toda esencia de mí.

Del polvo se lleva la soledad,

se esfuma, 

no hay más, 

haya de este vacío

lleno de desolación, 

oscuridad y tinieblas.

Ocultan toda luz, 

todo amor.

VII Nada

Quietud, 

ya no hay más, 

ni sentir

ni vivir, 

solo esta calma absoluta

que es la soledad.

En el vacío de estas tinieblas, 

la esencia misma se lleva toda penitencia,

ya no hay más, 

no hay sensación de existir,  

 pensar o saber, 

cada partícula

se  vuelve nada.

La desintegración no solo  se lleva la

materia de la que estoy hecha, 

también todo pensamiento, 

toda conciencia de mí, 

mi sentir, 

existir y vivir.

Ya no hay más de mí, 

ni los sentimientos

en los que viví envuelta en un instante

de melancolía, 

tristeza y soledad,

ya soy parte de algo más, 

algo que es nada.

La Nada absoluta reclama mi presencia,

la presencia de esa minúscula existencia

de nada…..

   ¿Se es capaz de existir, sin ser nada?

No  hay más, 

obediente es esa pequeña

nada y es descubierta ante la Nada.

Y así se desnuda ante ella, 

se muestra la verdad, 

es una imperceptible partícula

de amor y  fe.

Una esperanza que nunca muere.

Un instante  que nunca perdí, 

una memoria,

un recuerdo, 

que pensé extraviado, 

estaba tan escondido 

y ahora que soy nada resurge, 

con una luz tan intensa, 

solo es esa esencia inexpresiva, 

inherente a cada

parte de mí que ignore, 

por ser tan insignificante.

Ahora solo soy amor, 

el amor que esta en tu corazón, 

ignorado e insignificante,

pero tan profundamente enterrado

en tu ser.

Y así regreso a ser algo más que Nada.

La soledad, 

tirana por tanto tiempo de mi, 

pierde todo poder sobre mí,

     y así vuelvo  a existir…………..

Beth Santos

marzo 2010

Este poema es parte de la antologia "Intimidad"
















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